El precio de los combustibles en bajará en el país un 5%, en promedio, a partir del 1 de enero de 2015. La medida fue oficializada por el Gobierno nacional, que justificó la medida en el desplome de la cotización del petróleo en el mercado mundial. Además, dispuso la instrumentación de retenciones móviles a las exportaciones y una baja en el impuesto a los combustibles a cambio de que las empresas mantengan el nivel de actividad y de empleo, según anunciaron ayer los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación Federal, Julio De Vido.
Para las autoridades gubernamentales, el margen de ganancia de las estaciones de servicio y las refinerías, como últimos eslabones de la cadena de combustibles, no tendrá modificación a raíz de la bajada acordada, según consignaron las agencias de noticias.
La información dada a conocer ayer no generó, en un primer gesto, entusiasmo en las estaciones de servicio de la provincia. “Para el sector de estaciones de servicio es una medida negativa”, remarcó Sebastián Vargiu, vicepresidente de Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega).
El empresario explicó que hay estaciones de servicio están operando en la actualidad “muy cerca del punto de equilibrio, por lo cual está noticia repercutirá negativamente”.
“Hay muchas estaciones en punto de equilibrio, eso significa que los ingresos apenas alcanzan a cubrir costos operativos, sobretodo, las expendedoras de menor volumen. Será un golpe grande. Hay que tener en cuenta que los impuestos representan mas del 50% del precio de los combustibles. Por citar un gravamen, el impuesto al cheque se lleva entre un 20% y un 50% del resultado operativo de una estación de servicio”, enfatizó el directivo.
Vargiu remarcó que si bien hubo aumentos de los valores de las naftas que superaron un 45%, también se registraron incrementos de los costos internos superiores a ese porcentaje.
El panorama está condicionado, afirmaron en el sector, y las proyecciones tienen que ver con cómo se comporta la inflación y esos gastos fijos en el próximo año. Ello determinarán el verdadero impacto de la medida. “Pero desde ya, se avizora una año complicado”, enfatizó el empresario, quien expresó que desde Capega se planteará la aplicación de paliativos fiscales para absorber la rebaja de los precios de los combustibles.
Por su parte, en la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), que representa a los productores agropecuarios, dijo que es difícil determinar la incidencia global de ese 5%, en promedio, en los costos de la campaña de granos gruesos, ya que la gran mayoría los ruralistas ya ha hecho su previsión para las tareas de siembra, fumigación y cultivos en general. El combustible representa hoy un 20% del total de los costos.
“Obviamente, la incidencia será mayor al momento de la cosecha. Lo que sí es importante remarcar que esta baja, que se da por un contexto internacional de caída del crudo, repercutirá favorablemente en la incidencia que tienen los combustibles en el costo de los transportes en general, que, seguramente, marcará una tendencia a la baja o al mantenimiento de tarifas de fletes en los próximos meses. Ello en sí mismo es auspicioso, dada la gran incidencia del flete en la producción del NOA, y la del combustible en el costo de los transportistas”, destacó ayer el titular de la SRT, Sebastián Robles Terán.
El presidente de la Federación de Entidades del Combustible bonaerense (Fecoba), Luis Malchiodi, aseguró que la baja en los precios podría durar sólo un mes, dado que para febrero el petróleo volverá a subir. “Es difícil que quede en estos valores bajos; en un mes se reacomodará el precio del petróleo”, dijo el empresario, según publicó el diario “El Cronista”.